Bienvenidos

A todos los calenturientos que gustan de la atmósfera shemale, travesti, transexual, transgénero o como se le quiera identificar al tercer sexo, les damos la bienvenida a este blog donde se podrán compartir todo tipo de comentarios sobre este tipo de manifestaciones sexuales, con la única limitante de evitar malas palabras, groserías o signos de intolerancia, en un sentido o en el otro. Su amigo de género heteroflexible.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Yo Travesti

En aquellos días, entre los 16 y los 18, tuve aquellas experiencias que a la lejanía me provocan algo entre ternura y un poco de orgullo por las travesuras que pude hacer. Por cuestiones del destino en ese tiempo no tuve novia fija, a pesar de varios intentos no tuve alguna relación estable y la calentura a veces llegaba al mil por ciento. Mis travesuras consistieron en vestirme de mujer y fantasear que yo era mi propia hembra. A veces me imaginaba alguna relación con alguna chica mientras el espejo me regresaba una imagen de un cuerpo con apariencia femenina que podía lograr con algo de paciencia y varios artilugios. Digamos que fue mi temporada de travesti que se convirtió en algo que ahora puedo recordar como un experimento más que interesante. Algunos detalles chuscos, como por ejemplo aquellas zapatillas donde mis pies cabían pero que después me recordaban que eran dos números más pequeños. Hasta aprendí a caminar y me contoneaba frente al espejo y entre más puta me veía más altas y consistentes eran la erecciones que lograba. Me hice de unos ligeros algo improvisados pero que junto con las medias me hacían sentir en la piel una vulnerabilidad femenina o algo parecido. Mi mirada era extraviada y a la vez muy pervertida, me imaginaba que la verga me podía dar vuelta y entrar en ese orificio rodeado de muchas terminales nerviosas. Obvio que era pura imaginación. Lo más entretenido era maquillarme. Como mis facciones no eran toscas y mi cuerpo era esbelto lograba un resultado a mi parecer bastante aceptable aunque debo reconocer que también vulgar. Una prostituta ni más ni menos.
El asunto de las bubis, ya sabrán, se lograba con rellenos al brasier y una bata transparente negra completaban el ajuar. Mi pelo era largo y con acomodarlo diferente era suficiente. No pelucas. También usaba aretes de esos que van aprisionados ya que nunca tuve perforaciones. La transformación era tardada y la masturbación también lo era. Eran varias eyaculaciones, cada una de ellas menos abundantes pero más intensas. Y como realmente tomaba mucho tiempo todo el show, pues tampoco era muy frecuente, pero por ahí de cada mes  o dos meses, en luna llena ...
Ahora no creo que lo pueda hacer, ya que pienso que en verdad si lograba verme como una hembra a la que le hacía el amor y ahora no podría imaginar eso, comenzando por la barba y la barriga. Mejor ni le movemos, me da wueva. Ahora he tenido experiencias con transexuales, pocas pero satisfactorias, mejor que "ellas" se travistan, algunas son verdaderas maravillas de la transformación, además sé lo que cuesta verse como una hembra.
Pasaron los años y en alguna ocasión una novia que tuve me pidió que me transvistiera ya que ella siempre me hablaba de sus fantasías de lesbianismo que no podía llevar a la práctica. Aquello fue memorable, nuestros besos llevaban el doble de lápiz labial que de costumbre, besó y mordió mis tetillas como si tuviera enfrente unos pechos frondosos. Además la penetré vía anal, cosa que era nueva para mí. 
En aquello de las definiciones me confieso hetero y no me avergüenza contar que tuve esas experiencias travestis y que si hubiera podido me hubiera cogido yo solo. Quién sabe si me hubiera gustado, pero el intento lo habría hecho. Lo que más recuerdo con cariño es cuando me contoneaba frente al espejo y me gustaba ver a esa gran puta que era yo y al dueño de esa puta que era yo mismo.