Bienvenidos

A todos los calenturientos que gustan de la atmósfera shemale, travesti, transexual, transgénero o como se le quiera identificar al tercer sexo, les damos la bienvenida a este blog donde se podrán compartir todo tipo de comentarios sobre este tipo de manifestaciones sexuales, con la única limitante de evitar malas palabras, groserías o signos de intolerancia, en un sentido o en el otro. Su amigo de género heteroflexible.

martes, 30 de diciembre de 2014

Trany 10

Otra candidata a figurar entre las chicas TS más sabrosas. Se nota que ha invertido algo más que el bisturí para lograr esa bella anatomía. Sin más: Ana Mancini.
















viernes, 14 de noviembre de 2014

Una historía de éxito

La compositora, que hasta hace poco era Felipe Gil, cuenta que ya escribe como Felicia Garza su primer tema que se lla "María Quimera". La transformación "a su edad" me parece una historia de éxito personal, dada su circunstancia y de largo historial como varón. Felicidades.


Así feliz y libre se define ahora doña Felicia.

La historia completa en:

http://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/2014/impreso/felipe-ante-la-ley-pero-felicia-para-la-musica-134184.html

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Yo Travesti

En aquellos días, entre los 16 y los 18, tuve aquellas experiencias que a la lejanía me provocan algo entre ternura y un poco de orgullo por las travesuras que pude hacer. Por cuestiones del destino en ese tiempo no tuve novia fija, a pesar de varios intentos no tuve alguna relación estable y la calentura a veces llegaba al mil por ciento. Mis travesuras consistieron en vestirme de mujer y fantasear que yo era mi propia hembra. A veces me imaginaba alguna relación con alguna chica mientras el espejo me regresaba una imagen de un cuerpo con apariencia femenina que podía lograr con algo de paciencia y varios artilugios. Digamos que fue mi temporada de travesti que se convirtió en algo que ahora puedo recordar como un experimento más que interesante. Algunos detalles chuscos, como por ejemplo aquellas zapatillas donde mis pies cabían pero que después me recordaban que eran dos números más pequeños. Hasta aprendí a caminar y me contoneaba frente al espejo y entre más puta me veía más altas y consistentes eran la erecciones que lograba. Me hice de unos ligeros algo improvisados pero que junto con las medias me hacían sentir en la piel una vulnerabilidad femenina o algo parecido. Mi mirada era extraviada y a la vez muy pervertida, me imaginaba que la verga me podía dar vuelta y entrar en ese orificio rodeado de muchas terminales nerviosas. Obvio que era pura imaginación. Lo más entretenido era maquillarme. Como mis facciones no eran toscas y mi cuerpo era esbelto lograba un resultado a mi parecer bastante aceptable aunque debo reconocer que también vulgar. Una prostituta ni más ni menos.
El asunto de las bubis, ya sabrán, se lograba con rellenos al brasier y una bata transparente negra completaban el ajuar. Mi pelo era largo y con acomodarlo diferente era suficiente. No pelucas. También usaba aretes de esos que van aprisionados ya que nunca tuve perforaciones. La transformación era tardada y la masturbación también lo era. Eran varias eyaculaciones, cada una de ellas menos abundantes pero más intensas. Y como realmente tomaba mucho tiempo todo el show, pues tampoco era muy frecuente, pero por ahí de cada mes  o dos meses, en luna llena ...
Ahora no creo que lo pueda hacer, ya que pienso que en verdad si lograba verme como una hembra a la que le hacía el amor y ahora no podría imaginar eso, comenzando por la barba y la barriga. Mejor ni le movemos, me da wueva. Ahora he tenido experiencias con transexuales, pocas pero satisfactorias, mejor que "ellas" se travistan, algunas son verdaderas maravillas de la transformación, además sé lo que cuesta verse como una hembra.
Pasaron los años y en alguna ocasión una novia que tuve me pidió que me transvistiera ya que ella siempre me hablaba de sus fantasías de lesbianismo que no podía llevar a la práctica. Aquello fue memorable, nuestros besos llevaban el doble de lápiz labial que de costumbre, besó y mordió mis tetillas como si tuviera enfrente unos pechos frondosos. Además la penetré vía anal, cosa que era nueva para mí. 
En aquello de las definiciones me confieso hetero y no me avergüenza contar que tuve esas experiencias travestis y que si hubiera podido me hubiera cogido yo solo. Quién sabe si me hubiera gustado, pero el intento lo habría hecho. Lo que más recuerdo con cariño es cuando me contoneaba frente al espejo y me gustaba ver a esa gran puta que era yo y al dueño de esa puta que era yo mismo.

viernes, 6 de junio de 2014

Sin tetas... ¿No hay Paraíso?

Cuando se descubre el tercer sexo y es uno heterosexual entusiasta, declarado y tradicional. Pueden venir a la mente muchas preguntas. Una de ellas es si es lo mismo o es mejor tener sexo con una mujer que con una transexual o una travesti. Personalmente me agradan más las transexuales (tetas, hormonas, etc.), pero he tenido también buenos encuentros con travestis. El único requisito es que sean "definitivamente femeninas". ¿Es esto posible?.

Creo que en la vida hay que buscar ser mejores cada uno en su campo, ya sea profesionista, artista o ente sexual. Pero me pongo a pensar también que habra "putitos" o sea homosexuales con comportamientos de "maricón" y que sin embargo físicamente no concuerdan con los modelos mentales o estereotipos que tenemos de la femeneidad. ¿Y por eso no tienen valor en el juego sexual? No lo sé. A lo mejor soy discriminante en ese terreno. Pero si no parece mujer o no se mueve o grita como ellas, entonces no me atrae esa persona.
Tal ves estoy en el terreno del fetichismo. Soy amante de las tetas grandes pero sé apreciar unas tetas pequeñas si están bien formadas. Además la elegancia y la cachondez de una "trava" bien femenina sólo puede ser superada por su propio alter ego femenino. Algunas transexuales pueden tener más éxito en el terreno sexual que las mujeres y con mucho, pero no todas las "travas" tienes ese encanto que embelesa y calienta la hormona masculina o bisexual o como se quiera denominar. No es cuestión de etiquetas es cuestión de actitud. He conocido prostitutas (mujeres y travas) que dan mucha flojera, pero en la mayoría de los casos me han tocado verdaderas profesionales que hacen de su oficio un arte. Eso sí, las mejores mamadas me las ha dado una transexual, aunque algunas mujeres también son memorables para esa cuestión. Los que tenemos la mayor parte del tiempo un rol tradicional en relación con mujeres (solteros o casados), buscamos a veces una variante con el tercer sexo, pero eso sí: debe ser igual o mejor que una experiencia heterosexual. ¿Es mucho pedir?
La calentura es la calentura y el que esté libre de deseos que aviente el primer condón.

martes, 1 de abril de 2014

Comenzó a llover

Era temprano, algo así como las las siete de la noche y apenas empezaba a oscurecer. Conducía por Calzada de Tlalpan y todavía no se ponían ni las putas ni las travestis. No tenía intenciones de tener sexo callejero, pero pasando el metro Villa de Cortés me orillé un poco hacia la derecha y ví como de un taxi bajó un travesti, justo frente al Hotel Condesa. Había otro auto entre el taxi y el mío, así que tuve unos segundos para "barrer" a la figura que se había subido a la banqueta y acomodaba su bolsa. Dejé que el camino se liberara hasta que mi auto quedo frente a ella. No sé cómo pero creo que se dio cuenta que alguien la estaba mirando y volteó. Nuestra miradas se cruzaron y sin mayor prisa trate de mirar su cara. Tenía buen ver, pero ya no era una muchachita o mejor dicho un muchachito. El momento fue suficiente para que se acercará al auto y pedirme con un gesto que bajara la ventanilla. Así lo hice, entonces se acercó más y escuche que me decía: Hola guapo. ¿Buscas un rato agradable?.
No sé que le dije, pero en menos de un minuto ya se había acomodado en el asiento del copiloto. Emprendí la marcha a baja velocidad y comenzamos a platicar, como si nada, es decir sin hacer referencia a un trato de sexo por un rato o a alguna tarifa. Me preguntó: ¿A donde vamos?. Le contesté: A donde tú quieras. Vi que tenía unas piernas estilizadas y que sus zapatillas de tacón alto y su  minifalda hacían que lucieran. No eran los zapatos de prostituta típicos. Tenía un escote que mostraba lo necesario para adivinar unas buenas tetas o tal vez el buen truco que hacen las travestis para aparentar el busto que no tienen.
Se dio cuenta que veía el escote y me aseguró que eran de las partes de ella que más le gustaban. La platica comenzó a tener tintes sexuales, sin llegar a la mención directa. Me dijo con mucha confianza, que quería estar a solas conmigo y que el ruido de la avenida era fastidioso, así que propuso ir a un lugar más tranquilo, el comentario era obvio, pero me agradó que fuera trámite por trámite. No sé si ese era el momento de tomar la decisión de cortar ese encuentro o si ya era demasiado tarde. Con la mayor naturalidad le pregunté a dónde sería ese lugar tranquilo y me dijo que conocía un "hotel decente" que sólo costaba doscientos cincuenta. ¿Si, sabes que soy, verdad? Me dijo. Asentí y pensé que me sentía en confianza con ella. Tal vez fue su voz, en realidad sonaba como la de una mujer amable. Había tenido experiencias, pocas, antes con prostitutas y travestís en esa zona pero había hecho contacto con personas jóvenes, esta travesti no lo era. Tal vez 35, tal vez 40, tal vez 45. En eso estaba yo adivinando cuando me dijo que diera la vuelta y me parara junto a un Oxxo. Me pidió que comprara condones. Me bajé a la tienda, pero con un mínimo de desconfianza me llevé las llaves. El tiempo de la compra de condones se me hizo eterno, no tenían cambio, en fin. De regreso la encontré retocando su maquillaje. Tal vez 40 pero no era vulgar, parecía una dama elegante, pero sexy.
No habíamos acordado nada de lo usual en estos casos, el servicio y la tarifa.  En un dos por tres recorrimos un largo pasillo del hotel y se me hizo normal tomarla de la mano,  estábamos en la habitación, lo primero que se me ocurrió fue prender el televisor. Ella se acercó por atrás y me abrazó. Me preguntó que si estaba cansado. No: le contesté.  Me dí la vuelta y busqué sus labios, fue un beso lento y poco a poco más profundo. Un beso largo, muy largo. Esto fue suficiente para provocar una erección en mí, ella tocó levemente mi pantalón pero no frotó mi verga, sólo se percató de la salud de ese miembro que se hallaba bajo la ropa. No hubo prisa, pero si mucha excitación. En cuanto tuve conciencia del momento, le tomé las nalgas para que se acercará más a mí. La temperatura iba en aumento. Le besé el cuello mientras ella giraba su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. El siguiente paso era investigar aquello de las tetas. Lentamente metí mi mano en su blusa. en espero de algún desencanto, pero me encontré unas tetas agradables y tibias al tacto y muy bien formadas. No se porque recordé otras tetas muy grandes a fuerza de silicona, pero frías. Entramos a un fajé más intenso. La cargué y la deposité sobre la barra del mueble que estaba frente a la cama. Era de estatura mediana, pero con tacones casi me alcanzaba. Delgada, de piel morena clara, algunas partes más blancas como sus caderas que contrastaban entre su falda y las medias negras que llevaba. Tenía el pelo largo y lacio, muy oscuro. Levanté un poco su falda y sentí la piel de sus piernas. Ella parecía ahora un poco nerviosa. Mis manos recorrían su cuerpo, sus nalgas, sus tetas, su cuello, sus piernas. Todo era sedoso, ella olía bien. Después me comenzó a desabrochar el cinturón  y metió la mano hasta alcanzar a mi verga y liberarla un poco de la presión de la ropa. ¿Me prestas tu caramelo? me dijo. Lo que tu digas, contesté. Y ya saben aquello de que para mamar vergas las travestis se pintan solas, ésta no era la excepción.  Me senté en la cama y ella se metió más en mi ropa. Después de dos minutos de gloria, la tomé de la barbilla y la besé. Lentamente me paré si soltar su boca, mi respiración se iba haciendo más profunda. La miré a los ojos, eran cafés claros, no sé si pupilentes, pero nítidos. Contuvimos la respiración con nuestras bocas separadas por una cosa de nada, sentí su aliento. Ahí pasó algo grave, bueno no tan grave.


Me vine, como decirlo: involuntariamente. Como acto de reflejo le metí la mano y tomé su verga. Nuestra respiración se volvió normal, yo me sentí algo apenado los precoz de mi eyaculación, entonces me dijo: No pasa nada, acuéstate te voy a dar un masaje. Y así lo hizo, primero me quitó toda la ropa y después ella se quitó también los que llevaba para quedar sólo con el brassiere y las medias. Sus manos eran magníficas para eso de reconfortar cuerpos cansados. Me froto la espalda y las nalgas, las piernas ... estaba yo boca abajo. Por un momento pensé que la situación se había invertido. Me pidió que me volteara y comenzó a besar mi cuello y luego mis tetillas, mi cintura, mi verga que ahora se mostraba recuperada. Me comenzó a masturbar y a besar al mismo tiempo. Una vez que mi verga tomó un tamaño apropiado me pregunto que si la quería coger. Le dije que sí, me colocó el condón con la boca y se subió lentamente sin dejar de mirarme con una sonrisa entre perversa e ingenua. Poco a poco fue haciendo que mi verga penetrara su estrecho orificio. Su verga descansaba sobre mi vientre y poco a poco fue tomando un tamaño mayor. Se inclinaba para besarme y se levantaba para arremeter de nuevo el clásico metesaca y otra vez y otra vez. Cuando se inclinaba hacía mi sentía sus labios, pero también sentía su verga entre nuestros cuerpos. Le quite el brassiere y acaricié sus pechos y mi boca buscó sus pezones. No aguante más y tomé de nuevo esa verga y comencé a masturbarla, primero despacio y luego más rápido. En una pequeña tregua, le pedí que se viniera conmigo. Te voy a ensuciar, replicó. No importa le dije. Y es que en realidad no importaba, esa era la verdad llana y simple. Me imaginé que ya se venía y mi excitación creció. Comenzaron las palabrotas: Mi puta, mi macho, parteme en dos cabrón, que rico culote, dame más verga, eres mi puta, dámela toda, agárrame las nalgas, que ricas las tienes, que buena puta eres, te voy a exprimir, soy tuya, soy tuyooooo ...
Me alcancé a salir mientras sentía su semen que corría caliente por mi estomago y en mi pecho, ella se alzó un poco y tomé mi verga para explotar abundantemente también sobre mí. Inmediatamente se fue sobre mi cuello intentando morderme. Nuestro semen sirvió de lubricante entre nuestros cuerpos, se sentía sexo puro y nada más.
Intenté no quedarme dormido, pero cuando me estaba venciendo el sueño, alcancé a decir que ya era hora de irnos. Nos vestimos sin prisa. A medio vestir, la abracé por detrás en el espejo. Me dijo: Hacemos buena pareja. Le sonreí, creo que en cosas de sexo si habíamos logrado la comunión.
Sacó una gabardina de la bolsa, comenzaba a llover. La dejé en el metro. Antes de que bajara le pregunté: ¿Cuánto te debo? Volteó y sólo movió la cabeza. Dame tú teléfono, le dije. Sonrío y volvió a mover su cabeza.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Del Hentai y cosas peores ...

El Manga abarca una amplia variedad de géneros, y llega a públicos diversos. Constituye una parte muy importante del mercado editorial de Japón. 
Manga es la palabra japonesa para designar a las historietas en general. Fuera de Japón se utiliza tanto para referirse a las historietas de origen japonés como al estilo de dibujo utilizado en el Manga. Ahora bien dentro de este arte existe la corriente denominada Anime que se refiere s distintos formatos tales como las series de animación o de imagen real con reflejos de historieta, así como películas o videojuegos relacionados.
En terrenos de pornografía se utiliza más el término Hentai. Hentai quiere decir 'pervertido/perversión' o 'transformación' en japonés. Es decir, Hentai es género del manga y el anime de contenido pornográfico.
Vean como el asunto de la perversión y la transformación a veces se ligan, pero esa es otra historia.
En pornografía el tratamiento de temas con personajes de travestis y/o transexuales es cosa común y en el Hentai no cabe la excepción. Es curioso encontrar además de los rasgos característicos de la historieta japonesa, que el hentaí también toma conceptos tales como el dibujo de ambos órganos en los personajes: vagina y pene. En fin podríamos hacer un tratado del Hentai pero mejor le echamos un ojo a los siguientes ejemplos.











viernes, 24 de enero de 2014

Calendario

No es Gloria Trevi, pero luce bien en calendario Sarina Valentina. Feliz 2014 a tod@s.